El sol parecía tener
especial contemplación
con ella,
porque la señalaba
como un reflector.
De alguna manera
siempre destacaba
sin esfuerzo,
por acción u omisión.
Aunque la estrella y yo
nos declaramos la guerra hace años,
reconozco su buen gusto.
De alguna forma
también soy un faro
que apunta e ilumina
todo lo que esa mujer hace.
Y con el astro
compartimos el mismo destino,
nadie mira de frente las luces.