Realidades

Esa figura colgada en la pared representa todo aquello que hemos dejado atrás. No porque la mujer vestida de púrpura y con su rostro cubierto por un velo del mismo color, tenga algún significado icónico, representativo, que exceda la simple compresión de la mirada. No.
Esa mujer representa al pasado. Pero no es el pasado, el pasado lo es todo, lo que vimos y lo que no. Esa mujer, que no entendemos, es una muestra de aquello no conocido que ya paso, representando cada una de las señas y miradas que sí conocemos, que vivimos o vimos. Es la nada y el todo.
Esa imagen significa que la taza de té que no tomaste, aquel día que decidiste quedarte en casa, pudo no existir nunca. O, acaso, la imagen te dice que sí fuiste a tomar esa taza de té y hoy estas sentado, amando, a una mujer cuyo rostro no está cubierto por un velo púrpura.

1 Comments

  1. MauroSebastian 20 junio, 2010 at 7:01 pm

    el cuadro, puede ser cualquier cosa, es algo de antes, del pasado. No porque sea viejo, sino que todo lo que tenemos es (irremediablemente) del pasado. Entonces, el poema plantea un retroceso alternativo. El cuadro es una parte, que conocemos, del pasado pero puede haber otros pasados que no. En esa parte juego con la expresión … : que tal si…
    El protagonista está mirando el cuadro, después de no haber ido (en fecha indefinida) a tomar el té con alguien (presumiblemente una mujer). Que tal si iba? ahora estaría amando a la mujer en vez de estar mirando el cuadro.
    Estos textos no están muy depurados porque la idea es: escribir y publicar, sin filtro =P