Será el ciclo del agua
la metáfora que guíe
el relato de estas letras.
Como vapor que asciende
crecemos hasta
llegar al cielo.
Entre pares buscamos
sin querer
lo que nos condense
para precipitarnos.
¿Será acaso el amor
la tempestad de nuestra furia
en caída libre?
Tras el final,
somos aquella bruma
que espera del sol
para volver a las nubes.