Es cierto,
no lo puedo explicar,
pero es como estar
perdido en el desierto.
No ves por ningún lado los muros,
pero es un laberinto
que no te permite escapar.
Sin punto de partida o meta,
sin otra dificultad
que nuestra propia resistencia.
¿Será esto todo lo que me queda?
Las raciones de agua
cada vez son más escasas
pero eso no significa
estar cerca de un oasis.
¿Qué esperaba
el Minotauro
en su vigilia?
Al final,
tal vez a mí también
me aguarde esa espada.