El humo del cigarrillose perdía en la lluvia,pero no su traje blancoy su corte carré. Era uno de esos díasde febrero del dos mil y tantosen los que vagaba perdido. Empapado,crucé mis ojos con los suyos,olvidando las historiasque me hacían agonizar. ¡Ella también!y su rostro se iluminó un instante, mientras yo daba el primer paso,conteniendo la…