Se desmoronaba el suelo bajo mis piessin aviso algunoy el sol, siempre distraído,brillaba sin enterarse. La caída inminenteparecía no tener final,aunque una parte de míla consideraba merecida. “Vivir por la espadate lleva a morir por la espada”,me susurré como un talismán. También recordé la bellezade lo que se pierdeo de lo que se va,en una…