“Porque está en mi naturaleza”, dijo el escorpión antes de morir. Ella negó con un gesto de su mano y con cara de hastío la fábula de la rana y el escorpión. Yo vacilé por un instante, entre sorprendido y divertido por tal rechazo al determinismo. Su aparente inocencia me cautivaba, pese a la ironía…