Para Jésica Fluía como un arroyo de poco caudal el vino que se derramaba de la botella tirada en el suelo. Hacía dos o tres días que tenía ese sueño recurrente y el ruido de mis pensamientos me aturdía. Las circunstancias reclamaban una medida imposible, la opresión aumentaba la presión en mi pecho. La alfombra…