Dentro de la habitación

Ingresa la luz,
pero pide permiso
y como llega se marcha
sin saludar.
Sombras se transforman en el suelo,
pero suplican perdón
mientras se fusionan
y se separan.
El aire se va viciando
despacio pero sin pausa,
nublando un poco la vista.
Transpira la taza en la mesa,
 dejando un trémulo círculo
ignorado por todos.
Zumba una luz,
distante en el techo,
pero no se repara en ella.
La mirada perdida
en algo de madera
y tantas palabras
machacando su cabeza.

Post relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copyright © Mauro Decker Díaz. Un sitio que funciona dentro de la plataforma de Medios Tres Barbas.