La verdad es que pensé
que ciertas cosas no importaban,
que siempre estarías para mí.
Pero me equivoque,
por lo visto bastante feo,
y hace tiempo que no te veo
por aquí.
Antes se confirmaba
esa antigua norma hermética
lo de arriba era igual a lo de abajo,
pues tú eras mi estrella fugaz.
Aunque sabía que no cumplías,
algún deseo te pedía
y veía como lo aborrecías,
pero no importaba.
Y un día te fuiste de mi cielo,
dejando un vacío
que no se volvió a ocupar.
Ahora,
después de un año,
golpeas mi puerta
y me pides que te deje pasar.
No te deseo nada malo,
pero aceptarte de nuevo
sería volver a fracasar.
Tu vida se dirige hacia aquel destino,
perdón
pero he doblado en la última curva.
¿No me viste pasar?
Es cierto,
he perdido un poco de cordialidad,
la he derrochado en épocas pasadas
y no guarde nada para este momento.
Fui poco previsor,
pero me sorprendiste.
Me esperan a cenar,
buena suerte
y espero no verte más.