Dulce muchacha que escuchas música y posas de espalda. Tanto me gustaría conocerte. Hay quienes dicen que hasta que no se elige todo es posible, pero es un sacrilegio acercarme y el paso del tiempo transforma tu imagen en utopía. Una sola sonrisa, una mirada incitante, una palabra de cortesía, mataría por esos dones. Pero…