Me quiere,
lo sé y aunque sea
azaroso mi actuar
estoy seguro que voy
a convertirme en su norte.
No me quiere,
el pétalo abandona
mis dedos para depositarse
graciosamente en el suelo sucio.
Me quiere,
aún faltan algunas cuadras,
los autos le dan un colorido
inesperado al día.
No me quiere,
pero las nubes
amenazan con llorar
y un vacio me oprime el pecho.
Me quiere,
ojalá las historias
no terminen nunca.
No me quiere,
ojalá las historias
no duelan nunca más.
Me quiere,
caigo en cuentas
de que me he quedado
sin regalo.
Suelto la flor,
aunque el interrogatorio no haya terminado.
Ya tengo enfrente a la rosa
que debe responderme.
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