Allí yace
el viejo caballero,
en su último lecho.
Quijano moderno,
te hemos visto
en millares de travesías
y venciendo cientos de lides.
Sin embargo,
no te valoramos como debimos.
Allí yace un soldado
de otras guerras,
que veía más allá
de los problemas de su tiempo.
Visionario de otra era,
fuiste vanguardia,
fuiste victorias,
fuiste derrotas,
fuiste.
El último caballero que veremos
yace en su lecho,
a un tiro de piedra de la muerte
y nada podemos hacer por él
y nada hicimos para evitar
que los molinos lo vencieran.
Allí yace el último de los leales,
traicionado por sus reyes y reinas,
por sus compañeros de armas,
por aquellos que decían quererlo.
Nosotros lo miramos.
Allí yace el viejo caballero
y es una muerte que nos arrastra a todos.
Hoy morirá un grande,
terrible perdida porque
hay pocas expectativas de que otro así nazca.
Que el Dios de nuestros padres
te tenga en la gloria,
servidor derrotado,
hasta que nos encontremos nuevamente.