Reencuentro

Caminaba por la calle, mirando los árboles y las casas, sin preocupaciones, sin esperanzas. Entonces, de la manera más inesperada y ante el brillo más insignificante, te recordé como en el pasado. Tal vez fue la mariposa, o esa extraña forma de la roca la que te evoco.

Puede ser que no te recordase a ti, sino a alguna otra, las anteriores. O quizá imagine a mis futuras musas y sus besos, sus caricias, sus sonrisas. Desconozco cómo seguirá mi libro, ese que es mi vida y yo no escribo. Tampoco sé nada del tuyo, ese guión que te obligó a dejarme.

Sólo un paso, una fracción ínfima de tiempo, un instante. Un pestañar, y tus ojos claros frente a los míos, nuestros sueños, nuestros paseos, esos que no dimos. La separación y posterior olvido me someten, de manera poco constante pero dolorosa, a estas evocaciones momentáneas.

Hoy vi en una flor tu rostro. Sentí en el viento tu fragancia. Escuche en los pasos tu voz. Pero no estabas, desde antes no estabas. El poema me miente, el poema me dice que volverás. Yo sé que no es cierto, maldita elegía. Pero igual le creo, o hago que creo.