¿Te aprisionaron
esos ojos verdes pardos,
que danzan
según cambia el sol?
¿Caíste en sus redes
como quien sigue
un rastro de migas
entre las palabras?
¿Buscabas un Ícaro
que te hiciera volar
y te topaste con un Dédalo
que te liberó del laberinto?
¿Encontraste en su luz
la salida
a la oscura monotonía?
¿Cuánto de todo
lo que te parecía real
ya no lo es?