El sonido hueco del viento
en el acantilado,
la vista perdida en la espuma
lejana sobre las rocas.
El sabor a sal en la boca
y la contemplación vacía
de una nada repleta.
Sentir el abismo
mirando dentro de uno
en palabras del filósofo.
Lejos alguien cuenta un chiste,
que suena igual
a una invitación susurrada,
a un amigo que te salva sin saberlo.