Un hombre ha muerto

En la plaza del pueblo
yace el cuerpo
de un hombre muerto.

El pelotón de fusilamiento
limpia sus armas
a la luz del sol
y ante la mirada de las aves.

En esos pueblos,
lo que pasa en la plaza
es un acontecimiento,

pero hoy no hay niños
pues en el centro hay
un hombre muerto.

Ya no importarán
los crímenes o la Justicia,
un hombre ha muerto.

Algunos soldados
se descubren la cabeza,
todavía recuerdan sangrar junto al muerto
en tal o cual batalla.

No hay más por ver,
las aves se acercan furtivas.
Mañana nadie recordará al hombre muerto.

Pero esta noche
más de uno se preguntará
quién será el próximo
que esperará en la plaza.