“Porque está
en mi naturaleza”,
dijo el escorpión
antes de morir.
en mi naturaleza”,
dijo el escorpión
antes de morir.
Ella negó
con un gesto de su mano
y con cara de hastío
la fábula de la rana
y el escorpión.
Yo vacilé por un instante,
entre sorprendido
y divertido
por tal rechazo al determinismo.
Su aparente inocencia
me cautivaba,
pese a la ironía
que su negación imponía.
El debate terminó
como concluyen esos temas:
con un beso desesperado.
Con un beso mío,
que tantas veces
morí en esa laguna.
Con un beso mío,
beso de víctima,
beso de victimario.