Para Anita El vidrio se empaña levemente y en el exterior las gotas comienzan a trazar formas aleatorias. La lluvia siempre alimenta de una manera barroca la clepsidra de nuestra vida. El suelo revive, pero entre las sombras las almas comienzan su encierro para no mojarse. En el silencio siempre vive alguna reflexión errónea, que…