Hay un lecho
en algún sitio
que está ocupado
por una princesa
que me piensa.
Pero no me invocará,
porque no soy para ella
como Irene tampoco es para mí.
Nuestros días
serán siempre un reflejo
de otros días más alegres
que no fueron.
Solo gotas
que se acumularán en la clepsidra
que me corresponde
y que no podré vaciar.
Las partes
que faltan al retrato,
se fueron perdiendo
con el paso de los años.
Si tan solo alguien
hubiera protegido la pintura,
hoy no sería
solo un marco erosionado. 
Tags: .

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Relacionadas

La lógica de los nuevos mercados, cada vez más llenos de fakes y lunes otra vez
¿Cómo tenemos que seguir?
🧠 La nueva era de la IA: del asistente creativo al agente autónomo
Clave de crecimiento, cómo se usa la IA, imitar el cerebro y más
No hay que dejar sola a la IA, cada vez más difícil para los medios y más
Cursos y eventos, anuncios de Google y muchas noticias
¿Sabemos cómo “piensa una IA”? La verdad es que no…