Camina casi sin fuerzas,
porque está herido
y ya no sabe si es día o noche.
Arrastró su espada varios días,
porque temía
o esperaba
retomar el furor de la batalla.
Antecedentes de severas victorias
y justicia de fuego
desvanecidos en el final.
Lejos ve un recuerdo
que lo invita a esmerarse
y avanzar un poco más.
¿Será un espejismo
que sin remordimientos
juega con su mente
para una última desilusión?
¿O será ese paraíso
que espera en la meta,
donde los que perdieron
son perdonados?
Quienes antes
lucharon en su contra,
es posible que sigan
su mismo destino.
Una estrella fugaz
cae del cielo
como un rayo,
mas el héroe no la ha visto.