Aún no es de noche,
pero una estrella persevera al sol
y se muestra entre victoriosa
e indiferente.
Fantaseo una danza que no existe,
pero que se produce todos los días
entre anónimos
y de la cual somos testigos desconocidos.
El amor no deja de ser una danza
de dos o más personas
que siguen una coreografía
que muchas veces desconocen.
Pero al fin de cuentas,
logran finalizarla
o nunca la iniciaron.
¿Qué vería esa estrella
si conociera su existencia?
Tal vez me vería separado del resto
y prevaleciendo sobre el sol,
entre victorioso e indiferente.