Dulce muchacha
que escuchas música
y posas de espalda.
Tanto me gustaría conocerte.
Hay quienes dicen
que hasta que no se elige
todo es posible,
pero es un sacrilegio acercarme
y el paso del tiempo
transforma tu imagen en utopía.
Una sola sonrisa,
una mirada incitante,
una palabra de cortesía,
mataría por esos dones.
Pero no me atrevo
y tú nunca te das vuelta.
Tags: .

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Relacionadas

¿Sabemos cómo “piensa una IA”? La verdad es que no…
Productividad 2.0: meté IA en tu rutina y ganá horas de vida
La IA en el Congreso, qué pasa con Chrome, alucinaciones y más
Códigos que confunden, el nuevo rey del video y profesiones en riesgo
¿Perderemos nuestra capacidad de asombro?
TerapIA, hermosa mañana y el video no frena
Último Cada tanto, mejores resultados e imágenes más bonitas