Encarguémonos de matar
esa estrella que brilla,
cuya luz es sólo un recuerdo
de antiguas glorias obsoletas.
Una nueva era ha llegado
y necesitamos de piernas
fuertes para abrirnos paso
en los comienzos.
Cuando sin palabras te dicen,
desde las sombras,
que nada vales
y que nada tendrás,
una parte de ti debe encenderse
para mostrar que todo aquello
que nadie sueña
tú lo puedes hacer.
Busquemos un igual
entre aquellos que no conocemos
y caminemos hacía
una utopía que salve al mundo.
Me han matado,
reviví (no al tercer día)
y tengo las armas para una nueva batalla.
Tú, levántate y ven conmigo,
juntos somos invencibles.