Hay mucho de irónico en los recuerdos, en especial en aquellos que uno ya no recuerda hasta que reaparecen personificados. Entonces algo se rompe, siempre algo termina rompiéndose. Esa extraña comunión que parecía existir entre aquel recuerdo vicioso y hasta tenebroso con el corazón, esa relación de ignorancia mutua, sin desprecio pero sin afecto, desaparece….