Los versos que no escribiré son el preludio de una eterna despedida. No hay lágrimas en mis ojos, pero de cualquier modo lloverá con el cielo despejado. Tiempos bucólicos me esperan y deseo que la naturaleza, en su infinita nobleza, no me aparte de su seno. Eterna algarabía me ofrenda esta soledad encontrada, que sin…